El bloqueo que sufren algunas personas para hablar una segunda lengua como el inglés puede tener diferentes causas y explicaciones, según diversos autores y lingüistas. En este artículo, se abordarán algunas de las teorías más relevantes al respecto.
Una de las explicaciones más populares sobre el bloqueo en el aprendizaje de una segunda lengua es la llamada "ansiedad comunicativa". Esta teoría sugiere que el miedo o la ansiedad que siente el estudiante al comunicarse en una lengua extranjera puede afectar su desempeño y su capacidad para hablar con fluidez. Esta ansiedad puede estar relacionada con la preocupación por no ser entendido, por cometer errores gramaticales o de pronunciación, por no encontrar las palabras adecuadas o por no entender al interlocutor. Algunos autores también han señalado que la ansiedad comunicativa puede estar influenciada por factores personales, como la autoestima, la seguridad en sí mismo y la personalidad del individuo.
Otra teoría interesante es la llamada "hipótesis del filtro afectivo" propuesta por Stephen Krashen. Según esta teoría, la motivación, el interés y el estado emocional del estudiante pueden afectar su capacidad para aprender una segunda lengua. Krashen sugiere que los estudiantes que se sienten motivados y emocionalmente comprometidos con el proceso de aprendizaje tienen más probabilidades de absorber y retener el conocimiento que aquellos que no lo están. Por el contrario, los estudiantes que se sienten aburridos, distraídos o ansiosos pueden tener dificultades para concentrarse y para procesar la información.
Otro factor que puede influir en el bloqueo en el aprendizaje de una segunda lengua es la "interferencia lingüística". Esta teoría sugiere que la lengua materna del estudiante puede interferir en el proceso de aprendizaje de la segunda lengua, especialmente en lo que respecta a la pronunciación, la gramática y el vocabulario. Los estudiantes pueden transferir patrones de su lengua materna a la segunda lengua, lo que puede generar errores o dificultades en el aprendizaje. Por ejemplo, un hablante de español puede tener dificultades para pronunciar correctamente el sonido "th" en inglés, porque este sonido no existe en su lengua materna.
Por último, es importante mencionar que algunos autores han sugerido que el bloqueo en el aprendizaje de una segunda lengua también puede estar relacionado con factores culturales y sociales. Por ejemplo, algunos estudiantes pueden sentirse incómodos o inseguros al hablar en una lengua extranjera si no están familiarizados con la cultura o las costumbres del país donde se habla dicha lengua. Además, algunos estudiantes pueden sentir que su acento o su nivel de habilidad en la segunda lengua es motivo de discriminación o estigmatización, lo que puede afectar su autoestima y su motivación para seguir aprendiendo.
En conclusión, el bloqueo en el aprendizaje de una segunda lengua como el inglés puede tener múltiples causas y explicaciones, que van desde factores emocionales y cognitivos hasta factores culturales y sociales. Es importante que los estudiantes y los profesores de lengua extranjera trabajen juntos para identificar y abordar estas barreras, y para crear un ambiente adecuado para la comunicación distendida.
Desde Generate, abordamos este problema teniendo en cuenta que una prolongada exposición al idioma y el reconocimiento del error como parte inherente del aprendizaje son aspèctos esenciales para lograr superar este tipo de situaciones. Desde esta perspectiva práctica, el estudiante puede llenar su corpus lingüístico de lenguaje y además sentir que se encuentra en un espacio seguro donde el error es bienvenido y donde se busca fluidez a través del uso y no corrección por encima del desarrollo intuitivo de la capacidad del habla.